Reseña del libro: Historia de la colonización de la Baja California y decreto del 10 marzo de 1857. De Ulises Urbano Lassépas

Reseña del libro Historia de la colonización de la Baja California y decreto del 10 marzo de 1857. De Ulises Urbano Lassépas.
Aznet Cristina García San Román.
Estudiante  Lic. En Historia. UABC campus Tijuana.

En la colección de la Universidad Autónoma de Baja California, Baja California: Nuestra Historia se ha publicado el libro, Historia de la colonización de la Baja California y el decreto del 10 de marzo de 1857, dedicado a divulgar las repercusiones que causó el mencionado  decreto en los terratenientes bajacalifornianos. El objetivo que se propuso el autor Ulises Urbano Lassépas fue defender a los bajacalifornianos de un decreto gubernamental emitido por Ignacio Comonfort que amenazaba desconocer los terrenos  otorgados por medio del artículo primero, “donde las ventas o enajenaciones de terrenos baldíos que se hubieran hecho desde 1821 a la fecha (1857) por los jefes políticos o gobernadores y cualquier otra autoridad civil o militar del territorio o Departamento de ambas Californias, son nulas y de ningún valor mientras no obtengan la ratificación del supremo gobierno”. [1]

Este libro se le ha caracterizado como un  clásico en la historia de Baja California. Ya que ha permitido conocer a fondo la tenencia de la tierra desde la época prehispánica hasta mediados del siglo XIX. Lassépas en el apartado histórico jurídico hace un recorrido desde el descubrimiento de Tenochtitlán por Hernán Cortés,  y las técnicas de navegación que pudo traer a los europeos permitiendo sondear las profundidades del Océano Pacífico, y en efecto, se descubre la California en 1534.[2]

Aterrizando a la colonización que logró el padre Salvatierra, se observa, que los inconvenientes de la tierra vienen desde unos siglos atrás, principalmente se origina con una instrucción expedida el 12 de agosto de 1768 en favor a los nuevos colonos que inmigrasen a California, ofrecía, gratis y para siempre, el dominio privativo de las tierras, con todos su efectos legales sobre la transmisión, de los terrenos por naturaleza.

Motivos y contexto

En este apartado varias preguntas tratamos de responder al momentos de hacer la reseña sobre la colonización de la Baja California.¿Cuál es el motivo de  Comonfort al postular el decreto del 10 de marzo? ¿Qué panorama tenía sobre Baja California? ¿Quiénes fueron los principales afectados por dicho decreto?

Ignacio Comonfort entró como Presidente  interino en México  desde el 11 de Diciembre  de 1855  al 30 de noviembre de  1857. Comonfort inicia su gobierno bajo el lema “orden y libertad”. Al poco tiempo formula diversos decretos. Pronto se ve una simpatía hacía las leyes constitucionales pues en el decreto del 9 de octubre de 1856  hace mención que la ley de desamortización,su principal objeto es favorecer a las clases más desvalidas pero los arrendatarios no han podido adjudicarle los terrenos por la falta de recursos o bien por las trabas que les ha puesto la codicia de algunos especuladores[3]

Sin embargo desde aquella época y antes, 1842 cuando Santa  Anna quita tierras al obispo de las Californias confiriéndole el cargo a su general Valencia, se tiene una serie de contradicciones entre leyes y decretos sobre la colonización que entorpecen la marcha y su forma.

Cualesquiera que hayan sido los errores que como gobernante cometió Comonfort, su memoria debe ser grata para los mexicanos, porque era valiente, honrado, sencillo, afectuoso, franco, generosa y bien intencionado; y representaba en conjunto la parte buena, amable y noble de la raza mexicana.[4]

Si existieron  diversos decretos que se llevaron a cabo en  1857 ¿Por qué un francés como Lassépas entrega sus letras en el decreto del 10 de marzo? Además ¿Por qué quería defender a los bajacalifornianos que hacía él aquí?

Mucho aclara la Secretaría de Fomento, en ella se lee que la Secretaría tuvo noticias de que en el territorio de la Baja California se había enajenado multitud de terrenos baldíos por autoridades subalternas que no tenían facultades para ello.  El decreto que postulaba Comonfort por una parte era justo, quería proteger la frontera del vecino estadunidense, por otra parte fue desigual pues la frontera norte es la que estaba más expuesta a una posible invasión, sin importar las condiciones de la total península se homogenizó y se desconocieron los títulos a los propietarios siendo los más afectados los del sur de la península.  El Rancho Tijuana se le otorga a Santiago Arguello en 1829  quien también tuvo conflictos en las tenencias de sus tierras y no tanto por la documentación (porque la presentó y validó su propiedad otorgada por José María Echendía) sino porque no se sabía a quién y de qué forma recibirían su herencia ya que tuvo15 descendientes.

A un mes del decreto que dio pie al libro se publica una circular el 6 de febrero de 1857 para la designación de personas que hagan el deslinde de terrenos que hayan en destinarse á la colonización[5].  El gobierno necesitó que aumentara la población para que pudiera cubrir de una forma suficiente los bienes que la naturaleza le había concedido.

Según Guillermo Prieto, Comonfort era “bien educado, dedicado a su madre y cariñoso con los niños, y bien conocido como buen jinete”. Pero, “sus conceptos políticos son indefinidos y sus principios inestables”[6]

División de la obra de Lassépas  (estructura de la obra)

El libro que hoy estudiamos está compuesto por 3 partes, la primera es el alegato del apartado histórico jurídico de la evolución de la tierra en Baja California como hemos comentado las principales tenencias de las tierras pasando por un desarrollo misional, civil y de México independiente.[7]

Para poder luchar Lassépas usó la ayuda de todas las interdisciplinas. Aunque ha sido criticado por la forma que mezcla los diversos temas no teniendo secuencia ni hilo conductor su obra ha sido de las pocas que tratan acerca de las primeras tenencias de Baja California.

En el segundo apartado se vuelve un tono político, geográfico, económico  y social, es por esto que está obra ha sido reconocida por los estudiosos de Baja California, tanto por el investigador fundador del Instituto de investigaciones históricas, de Tijuana B.C, El Dr. David Piñera,quién ha desarrollado en 1995 el prólogo del libro que ahora describimos. Y por el especialista también fundador de mencionado instituto, Dr. León Portilla, quien se topó con el tomo en 1970. Su multidiciplinidad la hace relevante aunque otros autores como Francisco de la Maza escriban historia de colonización,  esta obra se especializa en Baja California. 

Los aspectos económicos, políticos, geográficos y sociales componen la segunda parte donde tiene 12 subtítulos: Geografía física, medición de los terrenos, población, mineralogía, salinas, pesca de perlas, comercio, misiones, jefes políticos, archivos, división política del territorio y  avalúo de los terrenos. El subcapítulo de misiones es el más extenso y abarca 28 misiones en la península.

En la tercer parte se encuentran los documentos relativos a la colonización en Baja California.  Consta de 57 documentos los cuales mencionaré algunos: instrucciones del visitador José de Gálvez. Reglamento provisional elaborado por Agustín Fernández de San Vicente. Bando del ilustre ayuntamiento del Real de San Antonio, Baja California. Decreto del Congreso General Constituyente que establece las bases de la colonización. Aviso de Lucas Alamán, secretario de Gobernación al jefe político de Baja California. Reglamento elaborado por José María Echendia. Reglamento para la colonización de los territorios de la República mexicana. Iniciativa de ley, firmada por José María Padrés, para que los habitantes de Baja California sean exonerados. Decreto de José Mariano M. Decreto del Congreso General, expedido por Valentín Gómez Farías. Entre más decretos, circulares e informes sin menos preciar el del 10 de marzo de 1857 mismo que hago ver sus artículos.

Acaso este decreto será de los que menciona Mario Alberto Magaña Mancillas, en la historiografía regional a veces se ha cometido el error de asumir que si un decreto o disposición  reglamentaria fue emitida  en la Ciudad  de México  o en las capitales regionales  tuvo una aplicación en los hechos y de manera inmediata en las zonas periféricas[8]

Por parte del Rancho Tijuana la mayor parte  de la documentación disponible  sobre el tema  trata los aspectos  oficiales que afectaron la legitimidad  de la posesión del predio, como fueron concesiones, ratificaciones, leyes, decretos y disposiciones gubernamentales[9]

Así esta tercera parte de documentos nace con el propósito de reforzar el alegato, anexando las disposiciones legales. Con ello se ha logrado que la obra sea de gran utilidad para consultas.

Causas y bases de  Lassépas para defender los terrenos bajacalifornianos.

El papel que jugó Lassépas (aunque se sepa poco de él) es fundamental, propuesto por José María Esteva (visitador de rentas) el 28 de junio de 1856 se le nombró agente de ministerio de fomento de Baja California.  En virtud de sus conocimientos especiales sobre la región y los trabajos estadísticos, se hizo pensar que ya había tenido contacto en Baja California.

El 23 de abril, del mismo año, el Ministerio de Fomento le envió a Lassépas un oficio que le comunicaba que el presidente de la República, atendiendo la falta de fondos, tenía que entregar su cargo, seguidamente, le brindó gracias por los servicios prestados en la función.

Lassépas después de quedarse sin empleo y por el conocimiento sobre títulos,  tierras y trámites administrativos en general, los dueños de las tierras lo nombraron su apoderado, para que defendiera los derechos de las propiedades ante el gobierno. No obstante por el mismo apoyo se postuló como diputado en Baja California pero las elecciones del 12 de julio no le fueron favorables.

Así mismo existieron datos de liberalismo al sostener que la tierra era un derecho natural que tienen los habitantes y por lo tanto el gobierno es único administrador del territorio. Sometido a las reglas convenidas por los ciudadanos, Lassépas, tuvo el apoyo de Vicente García Torres, reputado impresor y periodista, que fundó en 1884 el Monitor Republicano, uno de los periódicos más importantes del siglo XIX.[10]

Ulises Lassépas ante el  conocimiento en fomento, señaló las incongruencias  por las irregularidades cometidas en la concesión de títulos, de islas o terrenos baldíos de La Frontera, puso en manifiesto que el espíritu general de las leyes de colonización  era repartir los títulos sin ningún costo, y no, de 300 pesos que en aquel tiempo era elevado, a la falta de pago el gobierno podía optar por la expropiación forzada de los terrenos que era totalmente inhumano. Lassépas no pedía que se le bajara el costo por los títulos de los terrenos, sino, exigía que no hubiese ninguno, con bases jurídicas y filosóficas se enfrentó al gobierno en una defensa radical, presentando 200 títulos de propiedad para dar mayor sustento. En efecto se produjeron resultados. 

En 1860 Abraham Lincon ganaba las elecciones presidenciales norteamericanas, sin embargo, ¿Qué pasaba en la presidencia de la república de México? Ignacio Comonfort ya estaba exiliado, y Benito Juárez se encontraba en la presidencia desde Veracruz desde ahí se enfrentaban liberales y conservadores en la Guerra de Reforma. 

Mientras tanto en la península Lassépas obtuvenía resultados favorables para los bajacalifornianos que lo nombraron apoderado, estando de nuevo en la paz fue designado juez de deslindes para el Territorio de la Baja California, con las facultades para deslindar terrenos baldíos. 

En el gobierno de Juárez  el jefe político Gerónimo Amador llegó a La Paz y le mencionó a Lassépas que aplicara su calidad de Juez de Deslindes los 222 títulos[11] a los interesados. Este oficio dio respuesta a ese decreto postulado el 10 de marzo del 1857, 4 años para que el supremo gobierno constitucional aprobara y confirmara los títulos sin ningún costo.

Los terrenos aprobados antes de ser entregados a sus propietarios tenían que  dividirse territorialmente, Lassépas no tuvo inconvenientes con la confianza que se había creado por el triunfo, normalmente no tenía conflicto con los originarios dueños.

Lassépas, pidió dos sitios de ganado de los terrenos baldíos que existían en ese territorio, con el objetivo de dedicarlos a la cría de ganado. Gerónimo Amador (jefe político de Baja California) recibió de parte de José De Emparán (titular del Ministerio) un oficio mandado el 3 de febrero de 1860 donde da respuesta positiva a la petición de Lassépas dos sitios de ganado mayor.

En el año de  1853 se creó el Ministerio de Fomento que, entre otras labores, se encargó  de dirigir diversos trabajos de generación y promoción de las estadísticas oficiales[12]Para lograr está obra maestra a mediados del siglo XIX se tardó 1 año y medio.

Conclusiones

Un decreto postulado el 10 de marzo de 1857 desconocía los títulos de los propietarios bajacalifornianos desde 1821 a 1857  ya fuesen por ventas o enajenaciones en terrenos islas y baldíos. Así comienza la razón de ser del libro de Pedro Ulises Urbano Lassépas Blenie, un Francés de nacimiento y nacionalizado mexicano[13] quien fue  Ministerio de Fomento hasta 1857 por el gobierno de Comonfort donde después fue sustituido. Por consiguiente y a necesidad en los 222 propietarios afectados,  lo nombran su apoderado, para que luchara con el gobierno central.

Con tintes filosóficos hace principio de la colonización es decir la explotación del terreno por el hombre, se deriva del derecho social, que no es en sí misma, más que el derecho natural. La sociedad pide la aplicación de ciertos principios orgánicos, susceptibles y capaces de dar al ser colectivo. 
Con tintes históricos hace un recuento desde la tenencia de las tierras desde el mundo prehispánico-colonial, enfoca su atención en la prematura forma de colonización con toques económicos, explica el comercio, la población, la medición de terrenos sin menos preciar  la geografía física que para el siglo XVIII permitió una historia natural de perlas preciosas, retoma la minería, las misiones (cuyo subcapítulo del apartado 2 es más extenso) al igual que las salinas, el avalúo de terrenos, su  división política del territorio y sus jefes políticos.  

Lassépas tomó de las interdisciplinas para  proteger los derechos de los bajacalifornianos del decreto del 10 de marzo. Es por eso que brinda un contexto amplio acerca de Baja California que ningún autor se le puede asemejar en su tiempo. Por eso esta obra fue fundamental en la historiografía mexicana bajacaliforniana.

El ex Ministerio de Fomento Lassépas tenía conocimientos sobre los derechos de la tierra y pone en deslumbre la inconsistencia que tenía el decreto, por una parte Ignacio Comonfort espira dicha ley para que los invasores “amigos” estadunidenses no sigan con el afán obtener terrenos hasta que se ratifiquen los que se expidieron después de la Independencia 1821 hasta 1857  por el Gobierno Central. 
La inconsistencia que existe es que la mayor tenencia de tierras está en el sur de la península sin embargo este decreto se homogenizó afectando  hasta la concesión otorgada por José María Echendía el Rancho Tijuana en 1829.

Sin el afán de que se viera como héroe recopila en la tercera parte del libro, 57 documentos, que encontró para la defensa de los títulos. Pasaron cuatro años para la ratificación que en 1861 por el gobierno de Juárez se reconocieron dichas concesiones. Dejando a Lassépas como íntimo de Juárez aunque años más adelantes fue simpatizante del segundo imperio mexicano.

Bibliografía 



[1] Ulises, Lassépas Urbano. Historia de la colonización de la Baja California y decreto del 10 de marzo de 1857. México: Universidad Autónoma De Baja California, 1995.Pag. 6

[2] Lassépas, op. Cit., p.54.
[3] Maza, Francisco de la. Código de colonización y terrenos baldios. México: Secretaria de Fomento, 1893.
[4] Manuel Payno. Libro rojo. Recuperado en INEP al mes de mayo 2014.

[5] De la Maza.Op.cit.,p.658
[6] Ham, Emma Paula Ruiz. "De alférez a general: Ignacio Comonfort." Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. 2013. http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.php?pagina=exp-muerte-ignacio-comonfort-articulo (accessed junio 1, 2014).

[7] Ramírez, David Piñera. "Prologo." In Historia de la colonización de la Baja California, by Ulises Urbano Lasséps, 37. México : Universidad autónoma de Baja California., 1995.

[8] Mancillas, Mario Alberto Magaña. "De pueblo de misión a rancho frontereño: historia de la tenencia de la tierra en el norte de Baja California, 1769-1861." Estudios fronterizos, volúmen 10, enero-junio 2009: 119-156.

[9] Padilla, Antonio. "El predio de Tijuana." Colegio de ingenieros topógrafos de Tijuana A.c. 2013. http://www.cittac-tij.com/index.php/component/content/article/24-articulos/35-rancho-tijuana (accessed mayo 2014).


[10] Lassépas. opt.cit.,pág.19
[11] En la parte de anexos agrego el nombre de los titulares, el municipio y la concesión.
[12] Fomento, Ministerio de. "Anales ministerio de fomento." Anales del Ministerio de Fomento. Agricultura, industria fabril y manufacturera,comercio y estadística general de las naciones extranjeras, 1884-1855: Varía.

[13] Datos proporcionados por el profesor e historiador Leonardo Reyes Silva, mismos que fueron utilizados para el ensayo denominado: “San Juan Nepomuceno, la isla de Ulises Urbano Lassépas”  algunos de ellos fueron publicados en el libro: la propiedad rural en el estado de Baja California Sur, de Rafael Antonio Beltrán Cota, publicado por el Archivo Histórico Pablo L. Martínez de la ciudad de La Paz en 2013, pág. 17

Referencias

·        *Página del Instituto Nacional de Estudios Políticos. Biografía de Ignacio Comonfort. En la página http://www.inep.org/Efemerides/12/11121855.html recuperado en el mes de mayo 2014.
·                  
                     *Código  de colonización: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080047387/1080047387_064.pdf

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